Los limites...

Después de la la operación de fistula arteriovenosa q que tuve en el muñón  recuerdo que el angiólogo me dijo: 

 - Edgar no te preocupes, podrás hacer tu vida normal dentro de lo que cabe, sin muchos esfuerzos físicos claro esta. 

Esas palabras duraron muchos meses dentro de mi cabeza, ya que tenia miedo de que mi bypass se pudiera secar, reventar o algo por el estilo. Dure mucho tiempo siendo precavido hasta que me canse. 

Una de las cosas con las que mas puede batallar una  persona es con los limites que uno mismo se pone, ya sea por recomendaciones medicas o por miedo a enfrentarse a un reto que no sabes si podrás vencer. 

Como muchos de mis lectores lo saben, ahorita en estos momentos estoy integrado a un grupo de fútbol de amputados llamado Zorros de Sinaloa. Y sinceramente se los digo (sin afán de estarme quejando o llorando)  es difícil estar ahí en muchos aspectos, empezando con el hecho de ser nuevo en un grupo que ya tiene integrado mas de un año, en segundo por la condición física nula en mi con respecto a soportar entrenamientos de ese tipo y en fin cosas que siempre uno enfrenta cuando llega a un ámbito diferente. 

Pero todo eso se ha ido superando, mejor condición física  me siento mas integrado al equipo y al igual que todos mas regañado por "Zorro" (nuestro entrenador),  no le he de negar que existen problemas (como en todos lados) como les he dicho ser mochos, amputados o como nos quieran llamar, no nos quita el hecho de que seguimos siendo seres humanos que tienen ego, soberbia, diferencias, discutas, afecto, unidad, integración;  en fin un sin número de cosas como ustedes los bípedos.

Estoy agradecido por tener la oportunidad de entrar a este proyecto pertenecer a esta familia como nos llama Zorro y como lo dice el señor Brown "adentro de la cancha ustedes son los hijos de Zorro, así que el sabrá como que decirles o hacer con ustedes".

Hasta donde voy a llegar no lo se, que puedo mejorar eso si lo se, pero es cuestión de fijarse pequeños objetivos, igual la vida se trata de disfrutarla y que me que disfrutarla haciendo cosas que te gustan. Antes de despedirme de ustedes les regalos una frase (de tantas) repito día a día, que son como mis oraciones personales. 

Nunca olvides lo que eres, el resto de la gente no lo hará. Llévalo como una armadura, y nunca podrá ser usado para hacerte daño